Digo todo esto porque hace un par de días encontre una entrada más sobre lactofilia o lactancia erotica en un blog de los que podemos denominar intelectuales (y lo digo sin segundas intenciones, sino sinceramente y agradecido al autor del mismo) y en donde por primera vez se reconoce en su séptimo y último parrafo de esa entrada que en el mundo bizarro, (palabra que provoca cierto rechazo pero que tiene muchos significados y no precisamente negativos) se conoce como Vampiros Blancos a los adeptos a la lactofilia.
Vale recordar que este es nuestro escudo:
El 6 de marzo se cumplirá ya el segundo aniversario de la fundación del Clan o La Orden de los Vampiros Blancos y la verdad es que sería estupendo celebrarlo de algún modo con la colaboración de todos vosotros porque hasta ahora, sea todo dicho de paso, no habéis demostrado la inmensa mayoría, seguimiento alguno al Código debido principalmente a vuestro innato sentido de la individualidad. Una pena porque la unión y la organización hubiese proporcionado, estoy seguro de ello, mejores resultados.
Y debemos sentirnos orgullosos de que, al menos, exista toda una sencilla mitología morbosa creada alrededor de nuestra beneración por los pechos de mujer y su producción alimenticia y excitadora.
Debemos seguir expandiendo la leyenda puesto que, al fin y al cabo, no hace daño a nadie. ¿Verdad?
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